sábado, 19 de junio de 2010

Una breve tristeza


De vez en cuando el mundo se ensaña conmigo, sus dientes de metal trituran mis ideas, y cuando menos lo espero me azota contra las paredes una y otra vez. Resuenan en mi cabeza como letanía los versos de aquel poema de Pessoa "Estoy vencido como si supiera la verdad". Peor es estar vencida antes de saberla, atemorizarse a unos pasos de quitar el el último velo.
Mejor Pessoa, quién sino él, puede hablar y entender mis tristezas.
Hoy estoy vencido, como si supiera la verdad.
Hoy estoy lúcido, como si estuviese a punto de morirme
y no tuviese otra fraternidad con las cosas
que una despedida, volviéndose esta casa y este lado de la calle
la fila de vagones de un tren, y una partida pintada
desde dentro de mi cabeza,
y una sacudida de mis nervios y un crujir de huesos a la ida.

1 visiones de otros espejos:

Silvio Aquino dijo...

me gusta, tengo que admitirlo.

Una breve tristeza

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De vez en cuando el mundo se ensaña conmigo, sus dientes de metal trituran mis ideas, y cuando menos lo espero me azota contra las paredes una y otra vez. Resuenan en mi cabeza como letanía los versos de aquel poema de Pessoa "Estoy vencido como si supiera la verdad". Peor es estar vencida antes de saberla, atemorizarse a unos pasos de quitar el el último velo.
Mejor Pessoa, quién sino él, puede hablar y entender mis tristezas.
Hoy estoy vencido, como si supiera la verdad.
Hoy estoy lúcido, como si estuviese a punto de morirme
y no tuviese otra fraternidad con las cosas
que una despedida, volviéndose esta casa y este lado de la calle
la fila de vagones de un tren, y una partida pintada
desde dentro de mi cabeza,
y una sacudida de mis nervios y un crujir de huesos a la ida.
1 comentarios:

me gusta, tengo que admitirlo.