martes, 26 de julio de 2016

33-4 Porque yo no sé nadar



Guardé los sonidos de la infancia en la raíz palpitante que llevo en el pecho. Aprendí que la forma correcta de caminar es con los pies descalzos y que la única forma de apreciar la belleza de un cuerpo es mirar con atención su mapa de recuerdos. Bebí de forma desmedida las mieles de la primavera; me resigné entonces a dejar pasar el polvo, que remueve el otoño, hasta cicatrizar la herida. Avanzo con calma y cada vez con menos miedo hacía la transformación de los años, como canción pop española: todo es horrible o terriblemente bello.  

miércoles, 20 de julio de 2016

Crónicas Nadjalilaluskosas- poblanas DÍA 3: NO TENEMOS INTERNET =( YO PODRÍA SER UNA BUEN DIA.


Uno de mis episodios favoritos en Cien años de soledad es cuando todo Macondo enferma de insomnio y comienzan a olvidar, entonces José Arcadio Buen Día comienza a poner letreritos sobre las cosas con sus nombres; eventualmente saber cómo se llama algo no era suficiente, así  que además de poner su nombre, puso el para qué se usa o sirve cada cosa “esta es la vaca, la vaca da leche, la leche se pone a hervir y se combina con el café para hacer café con leche “      Me acordé de este  pedacito de Cien años de soledad, porque ayer leyendo a las brujitas, una decía de forma muy determinante que antes de aprender a leer en las estrellas el porvenir, era necesario aprender a mirar con objetividad el presente.   Dando vueltas a esa idea apareció en mi cabeza Pilar Ternera, quien en tiempos del insomnio dejó de leer el futuro en las barjas para leer el pasado, siendo en plena crisis más necesario saber quiénes eran y no quiénes serían. Evoqué a mis psicoanalistas, terapeutas y demás fauna psicoloca que he tenido a bien frecuentar en diferentes momentos de mi vida y pensaba que no están muy lejanos ni de las brujitas, ni de la primera amante del primogénito de los Buen Día,  su “mancia”  es esa, la de ayudar a leer el pasado para entender el presente. 
 Si, he tenido un poco de tiempo libre para pensar tonterías, aún no tenemos internet en casa. Cosas que me son necesarias ahora mismo:
-Dejar de pensar en él por las mañanas, las noches y el resto del día están casi bajo control, pero las mañanas son harto complicadas.
-Ubicar un parque, bosque, un pulmón  más o menos cercano a casa para caminar cavilando pendejadas sin correr el riesgo de morir atropellada ni volver a casa como quien se ha fumado una decena de cigarrillos laramy.
-Encontrar una librería, el mundo es muy triste sin libros y sin internet.


33-4 Porque yo no sé nadar

20:58


Guardé los sonidos de la infancia en la raíz palpitante que llevo en el pecho. Aprendí que la forma correcta de caminar es con los pies descalzos y que la única forma de apreciar la belleza de un cuerpo es mirar con atención su mapa de recuerdos. Bebí de forma desmedida las mieles de la primavera; me resigné entonces a dejar pasar el polvo, que remueve el otoño, hasta cicatrizar la herida. Avanzo con calma y cada vez con menos miedo hacía la transformación de los años, como canción pop española: todo es horrible o terriblemente bello.  
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Crónicas Nadjalilaluskosas- poblanas DÍA 3: NO TENEMOS INTERNET =( YO PODRÍA SER UNA BUEN DIA.

11:31

Uno de mis episodios favoritos en Cien años de soledad es cuando todo Macondo enferma de insomnio y comienzan a olvidar, entonces José Arcadio Buen Día comienza a poner letreritos sobre las cosas con sus nombres; eventualmente saber cómo se llama algo no era suficiente, así  que además de poner su nombre, puso el para qué se usa o sirve cada cosa “esta es la vaca, la vaca da leche, la leche se pone a hervir y se combina con el café para hacer café con leche “      Me acordé de este  pedacito de Cien años de soledad, porque ayer leyendo a las brujitas, una decía de forma muy determinante que antes de aprender a leer en las estrellas el porvenir, era necesario aprender a mirar con objetividad el presente.   Dando vueltas a esa idea apareció en mi cabeza Pilar Ternera, quien en tiempos del insomnio dejó de leer el futuro en las barjas para leer el pasado, siendo en plena crisis más necesario saber quiénes eran y no quiénes serían. Evoqué a mis psicoanalistas, terapeutas y demás fauna psicoloca que he tenido a bien frecuentar en diferentes momentos de mi vida y pensaba que no están muy lejanos ni de las brujitas, ni de la primera amante del primogénito de los Buen Día,  su “mancia”  es esa, la de ayudar a leer el pasado para entender el presente. 
 Si, he tenido un poco de tiempo libre para pensar tonterías, aún no tenemos internet en casa. Cosas que me son necesarias ahora mismo:
-Dejar de pensar en él por las mañanas, las noches y el resto del día están casi bajo control, pero las mañanas son harto complicadas.
-Ubicar un parque, bosque, un pulmón  más o menos cercano a casa para caminar cavilando pendejadas sin correr el riesgo de morir atropellada ni volver a casa como quien se ha fumado una decena de cigarrillos laramy.
-Encontrar una librería, el mundo es muy triste sin libros y sin internet.


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