Tenía mucho que no venía por aquí, será que ya no escribo
con la regularidad de antes. Será que me hice adulta y las palabras como
estalactitas se endurecieron en mis dedos. No hay una razón específica para
volver o quizás es que hay tantas razones que no vale jerarquizarlas y nombrar a una como la más importante. Sucede
que estoy aquí y supongo eso de alguna forma que no entiendo debe ser
importante. Me propongo volver a
inventarme un mundo donde me quepa el corazón,
un universo para deconstruirme y tratar de entenderme. Y es que sólo son mis palabras las que no
permiten que me olvide de quien he sido y quien soy. No tengo fotos de la gente
que quise, apenas algunas de las que quiero. No tengo una lista de canciones
para suspirar mientras reconstruyo escenas. No tengo lugares sagrados a los que
volver para encontrarme. No tengo nada más que renglones y renglones de glosas
intrascendentes de los días. No sé si eso baste para una vida, pero es lo que
hay y me propongo abrazarme a ello antes que el alma se me vuelva hielo.
Regreso a mi blog, no importa que sea
2014 y yo ya tenga 30.
Tiempo gestual. Est
Hace 1 día