jueves, 25 de junio de 2015

Inteseando en el cine

Neurosis matutinas 33.
 Ayer, pese a todo pronóstico de experiencia traumática, me aventuré al cine, la decisión entre ver dionosaurios o emociones animadas la tomó el reloj, sobreviví a la mirada inquisidora del hombre de la taquilla que reiteradas veces preguntó ¿Sólo uno? sobreviví a la mujer de la dulcería que me ofreció agrandar mis palomitas por 10 pesos y me miro con ironía cuando remarqué “medianas”; sobreviví a la horda de infantes escandalosos y preguntones en la sala; sobreviví al cortometraje de los volcanes, que ahora bajo otras formas menos ortodoxas sigue fomentando la visión Disney del amor, ya saben esa de que todos debemos ir de dos en dos si no queremos ser miserables;  es más, llegó un punto en el que deje de sobrevivir  y disfruté la película.  El día de hoy al llegar al trabajo, resultó que la mitad de mis compañeros me vieron en el cine, con mi combo Forever Alone e inmediatamente me interpelaron respecto de mis razones de ir sola al cine ello acompañado de una mirada que mezclaba la condescendencia  y la compasión. Me limité a sonreír y guardar silencio, con la intención de alejarme lentamente del sitio y no hablar más al respecto, di un par de pasos atrás y me permití escuchar sus apreciaciones  sobre la película:
-          Ay está bien bonita, uno se da cuenta que es mejor no sentir tristeza.
-          Sí, a mí me gustó mucho que al final ganó la alegría
-          Tiene un mensaje bien bonito para los niños: estar triste está mal
 Pensé que no entendí nada, que quizás vimos películas distintas o que esa es una de las principales razones para elegir ir sola al cine cuando las opciones de compañía son de vistas tan limitadas.   

Si soy una amargada! Pero vayan a ver Intensamente, está bien bonita!

0 visiones de otros espejos:

Inteseando en el cine

Neurosis matutinas 33.
 Ayer, pese a todo pronóstico de experiencia traumática, me aventuré al cine, la decisión entre ver dionosaurios o emociones animadas la tomó el reloj, sobreviví a la mirada inquisidora del hombre de la taquilla que reiteradas veces preguntó ¿Sólo uno? sobreviví a la mujer de la dulcería que me ofreció agrandar mis palomitas por 10 pesos y me miro con ironía cuando remarqué “medianas”; sobreviví a la horda de infantes escandalosos y preguntones en la sala; sobreviví al cortometraje de los volcanes, que ahora bajo otras formas menos ortodoxas sigue fomentando la visión Disney del amor, ya saben esa de que todos debemos ir de dos en dos si no queremos ser miserables;  es más, llegó un punto en el que deje de sobrevivir  y disfruté la película.  El día de hoy al llegar al trabajo, resultó que la mitad de mis compañeros me vieron en el cine, con mi combo Forever Alone e inmediatamente me interpelaron respecto de mis razones de ir sola al cine ello acompañado de una mirada que mezclaba la condescendencia  y la compasión. Me limité a sonreír y guardar silencio, con la intención de alejarme lentamente del sitio y no hablar más al respecto, di un par de pasos atrás y me permití escuchar sus apreciaciones  sobre la película:
-          Ay está bien bonita, uno se da cuenta que es mejor no sentir tristeza.
-          Sí, a mí me gustó mucho que al final ganó la alegría
-          Tiene un mensaje bien bonito para los niños: estar triste está mal
 Pensé que no entendí nada, que quizás vimos películas distintas o que esa es una de las principales razones para elegir ir sola al cine cuando las opciones de compañía son de vistas tan limitadas.   

Si soy una amargada! Pero vayan a ver Intensamente, está bien bonita!
0 comentarios: