martes, 14 de junio de 2011

Breves del diván

…entonces el monstruo se asomó por atrasito de mi oreja, no pude más que asustarme y llorar como chiquilla. Resulta que el monstruo también se asustó, lloriqueó unos minutos   saltando después  por la ventana, dejándome sola y sin consuelo.

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Breves del diván

…entonces el monstruo se asomó por atrasito de mi oreja, no pude más que asustarme y llorar como chiquilla. Resulta que el monstruo también se asustó, lloriqueó unos minutos   saltando después  por la ventana, dejándome sola y sin consuelo.
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