viernes, 6 de junio de 2014

Ahí estaba el mar...

Día 9

Volví a soñar contigo. No, no eras tú, eran tus caricias fermentando en la piel. Volvió el suave mareo que al despertar anunció el demacrado sentimiento en reposo. Volviste a para terminar de romper  lo casi nada que escondía bajo la almohada intacto.  Volveré al silencio, al dolor callado. Un corazón roto nunca podrá sanar a otro. Y así, nos olvidamos del mar…

1 visiones de otros espejos:

María dijo...

Leo esto sientiéndolo en diferido.
Ahora que lo recuerdo, el dolor por un corazón roto es el único que viene acompañado por excentricidad artística y aquí, ahora, leemos sus buenos frutos.
No todo esta mal.
Saludos.

Ahí estaba el mar...

Día 9

Volví a soñar contigo. No, no eras tú, eran tus caricias fermentando en la piel. Volvió el suave mareo que al despertar anunció el demacrado sentimiento en reposo. Volviste a para terminar de romper  lo casi nada que escondía bajo la almohada intacto.  Volveré al silencio, al dolor callado. Un corazón roto nunca podrá sanar a otro. Y así, nos olvidamos del mar…
1 comentarios:

Leo esto sientiéndolo en diferido.
Ahora que lo recuerdo, el dolor por un corazón roto es el único que viene acompañado por excentricidad artística y aquí, ahora, leemos sus buenos frutos.
No todo esta mal.
Saludos.