sábado, 1 de mayo de 2010

Debrayes sobre blog´s, vejez y educación



Desde que regresé a la blogosfera, me he entretenido curioseando entre los que me visitan y los que visitan a los que me visitan, supongo q así es como funciona esto. Hay quienes escriben con una disciplina y un rigor envidiable, hay quienes lo hacen por necesidad, otros por afición, algunos más por la simple razón de tener algo que decir y ser este el medio preciso para hacerlo, cómo sea creo que este universo de los blogs se torna interesante, son como ventanas a las ideas de desconocidos, es como ser un bouyerista, de las ideas y emociones de los otros. Sin ser la intención especifica, me he dado cuenta de un par de cosas que me parecen llamativas en medio de todo esto.

    La primera, es sobre una discusión que hace unos días sostenía con un maestro de secundaria, el profesor se quejaba amargamente porque desde su perspectiva, resultaba imposible hacer leer a los estudiantes y no se diga escribir, "parece que las nuevas generaciones tienen una pelea a muerte con el lenguaje" decía este señor, jefe de enseñanza de Español por cierto, yo le cuestionaba si realmente serían las nuevas generaciones o si se trataba de una constante que se viene sosteniendo, ahí entramos en un tema escabroso, porque cuando le pregunté qué fue lo último que leyó, por el mero placer de leer, no pudo recordarlo y cambio abruptamente de tema, que si enlace, que si los parámetros y las estadísticas. Pero bien, el asunto es que yo creo que no es que la banda no lea o no escriba, creo que el asunto es que se ha transformado el concepto -los chicos ahora tienen una comunicación principalmente escrita-  las formas se han quedado obsoletas, el abismo generacional entre profesores y estudiantes hace que el método no se adapte a las formas en que los estudiantes aprenden. Yo me he topado por aquí con un par de blogs de chicos de 16 o 17 años, sobre cosas y preocupaciones propias de la edad, pero con bastante calidad. El punto es pues, el interés con que hacemos las cosas, si aprovechamos este medio que ahor es el pan nuesto de cada día en el que ahora los adolescente se desenvuelven para leer, escribir y vivir, podríamos reorientar los procesos de aprendizaje. Recuerdo que a mí me obligaron a leer un par de cosas desde la primaria, cosas sosas, pero no me interesó realmente nada hasta que por un morbo infantil leí las narraciones extraordinarias de Poe, creo q no dormí muchas noches, pero encontraba el pecado y la redención en la lectura. Con la escritura por lo consiguiente, solté la mano diría mi madre, cuando me enamoré perdidamente de Fermín, un adolescente 10 años más grande que yo, como no podía decírselo a nadie, comencé a escribir un diario.
   
     La otra cosa que me salta a la vista, es la soledad de mi generación, reitero que todos escribimos por diversas razones y es más ni siquiera me refiero a una soledad simbólica, sino a una soledad como tal, fáctica, el aislamiento pues, la falta del otro. Platicaba hace poco con un amigo de los años de universidad y desenfreno, sobre la idea de que sería una buena inversión comprar un gran terreno y construir una casa de asistencia para ancianos, como un proyecto a unos 30 años, que tenga una gran biblioteca, una videoteca también bastante nutrida, una vista al mar y un jardín de plantas mágicas y medicinales, una agradable estancia con una cantina modesta, para los que nos haya quedado un poco de hígado, en fin un lugar donde pasar los últimos días y tener también una buena suma, para quien se encargue de cuidarnos, porque así como pintan las cosas, de llegar a esos días, seremos muchos los ancianos solos, sin pareja, sin hijos y obviamente sin nietos. La otra alternativa era una granja de gatos, cada vez son más las personas que necesitaran satisfacer sus carencias afectivas cuidando a estos felinos domésticos.

Creo q ya se me están haciendo vicio los post´s de dos cosas debrayosas que ni al caso.

2 visiones de otros espejos:

Karla dijo...

Tu post trascendió de un tema interesante a otro... yo como maestra de español y literatura, a nivel bachillerato, y desde mi subjetivo punto de vista, creo que tienes razón... hay que saber cómo adecuar los procesos escriturales a los chavos... yo por ejemplo prefiero que no lean a los clásicos, que se inicien con lo medianamente transgresor, y de ahí para atrás. De cualquier manera habrá chicos que ni aunque te pares de cabeza se interesarán en la literatura, pero sí se puede sembrar la semillita...

Con respecto a lo segundo, también me he puesto a pensar qué show con mi vejez, en donde mi vislumbro también sin descendencia ni pareja, entonces ¿¿¿quéeee??? y muy egoístamente no me se me había ocurrido pensar en eso de la pequeña "comuna" de amigos!.... la verdad no suena mal, jajaja...

Siendo adolescente me preocupaba la soledad aunque no estaba realmente sola, y ahora me doy cuenta de que la busco.Será como dices, cosa generacional.

Saludos.

María dijo...

Cierto!

Una vez leí que, nos hemos hecho tan adictos a la vida que tenemos "online" (léase blogs, redes sociales, etc) porque en realidad es lo único tanglible que le sentimos a nuestra vida. Fuera de ésto, no nos sentimos buenos, nisiquiera tomados en cuenta o en posesión de alguna calidad objetiva humana que, lo único mejor que hacer es desarrollar virtualmente lo más cercano a lo que quisiesemos ser.

Triste.

Y verdadero.

Debrayes sobre blog´s, vejez y educación

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Desde que regresé a la blogosfera, me he entretenido curioseando entre los que me visitan y los que visitan a los que me visitan, supongo q así es como funciona esto. Hay quienes escriben con una disciplina y un rigor envidiable, hay quienes lo hacen por necesidad, otros por afición, algunos más por la simple razón de tener algo que decir y ser este el medio preciso para hacerlo, cómo sea creo que este universo de los blogs se torna interesante, son como ventanas a las ideas de desconocidos, es como ser un bouyerista, de las ideas y emociones de los otros. Sin ser la intención especifica, me he dado cuenta de un par de cosas que me parecen llamativas en medio de todo esto.

    La primera, es sobre una discusión que hace unos días sostenía con un maestro de secundaria, el profesor se quejaba amargamente porque desde su perspectiva, resultaba imposible hacer leer a los estudiantes y no se diga escribir, "parece que las nuevas generaciones tienen una pelea a muerte con el lenguaje" decía este señor, jefe de enseñanza de Español por cierto, yo le cuestionaba si realmente serían las nuevas generaciones o si se trataba de una constante que se viene sosteniendo, ahí entramos en un tema escabroso, porque cuando le pregunté qué fue lo último que leyó, por el mero placer de leer, no pudo recordarlo y cambio abruptamente de tema, que si enlace, que si los parámetros y las estadísticas. Pero bien, el asunto es que yo creo que no es que la banda no lea o no escriba, creo que el asunto es que se ha transformado el concepto -los chicos ahora tienen una comunicación principalmente escrita-  las formas se han quedado obsoletas, el abismo generacional entre profesores y estudiantes hace que el método no se adapte a las formas en que los estudiantes aprenden. Yo me he topado por aquí con un par de blogs de chicos de 16 o 17 años, sobre cosas y preocupaciones propias de la edad, pero con bastante calidad. El punto es pues, el interés con que hacemos las cosas, si aprovechamos este medio que ahor es el pan nuesto de cada día en el que ahora los adolescente se desenvuelven para leer, escribir y vivir, podríamos reorientar los procesos de aprendizaje. Recuerdo que a mí me obligaron a leer un par de cosas desde la primaria, cosas sosas, pero no me interesó realmente nada hasta que por un morbo infantil leí las narraciones extraordinarias de Poe, creo q no dormí muchas noches, pero encontraba el pecado y la redención en la lectura. Con la escritura por lo consiguiente, solté la mano diría mi madre, cuando me enamoré perdidamente de Fermín, un adolescente 10 años más grande que yo, como no podía decírselo a nadie, comencé a escribir un diario.
   
     La otra cosa que me salta a la vista, es la soledad de mi generación, reitero que todos escribimos por diversas razones y es más ni siquiera me refiero a una soledad simbólica, sino a una soledad como tal, fáctica, el aislamiento pues, la falta del otro. Platicaba hace poco con un amigo de los años de universidad y desenfreno, sobre la idea de que sería una buena inversión comprar un gran terreno y construir una casa de asistencia para ancianos, como un proyecto a unos 30 años, que tenga una gran biblioteca, una videoteca también bastante nutrida, una vista al mar y un jardín de plantas mágicas y medicinales, una agradable estancia con una cantina modesta, para los que nos haya quedado un poco de hígado, en fin un lugar donde pasar los últimos días y tener también una buena suma, para quien se encargue de cuidarnos, porque así como pintan las cosas, de llegar a esos días, seremos muchos los ancianos solos, sin pareja, sin hijos y obviamente sin nietos. La otra alternativa era una granja de gatos, cada vez son más las personas que necesitaran satisfacer sus carencias afectivas cuidando a estos felinos domésticos.

Creo q ya se me están haciendo vicio los post´s de dos cosas debrayosas que ni al caso.

2 comentarios:

Tu post trascendió de un tema interesante a otro... yo como maestra de español y literatura, a nivel bachillerato, y desde mi subjetivo punto de vista, creo que tienes razón... hay que saber cómo adecuar los procesos escriturales a los chavos... yo por ejemplo prefiero que no lean a los clásicos, que se inicien con lo medianamente transgresor, y de ahí para atrás. De cualquier manera habrá chicos que ni aunque te pares de cabeza se interesarán en la literatura, pero sí se puede sembrar la semillita...

Con respecto a lo segundo, también me he puesto a pensar qué show con mi vejez, en donde mi vislumbro también sin descendencia ni pareja, entonces ¿¿¿quéeee??? y muy egoístamente no me se me había ocurrido pensar en eso de la pequeña "comuna" de amigos!.... la verdad no suena mal, jajaja...

Siendo adolescente me preocupaba la soledad aunque no estaba realmente sola, y ahora me doy cuenta de que la busco.Será como dices, cosa generacional.

Saludos.


Cierto!

Una vez leí que, nos hemos hecho tan adictos a la vida que tenemos "online" (léase blogs, redes sociales, etc) porque en realidad es lo único tanglible que le sentimos a nuestra vida. Fuera de ésto, no nos sentimos buenos, nisiquiera tomados en cuenta o en posesión de alguna calidad objetiva humana que, lo único mejor que hacer es desarrollar virtualmente lo más cercano a lo que quisiesemos ser.

Triste.

Y verdadero.