martes, 2 de noviembre de 2010

Cosas que pasan en el cine


Ayer después de huir del gato de quienes amablemente me dieron asilo en San Cristóbal (nota mental, nunca tener un gato) decidí ir al cine, mi intención era ver Biutiful, la he estado esperando desde hace mucho tiempo, pero resulta que aquí aún no está en cartelera, que coraje, pero afortunadamente había algo de la muestra de cine francés, digo eso no era garantía de nada pero sonaba mucho mejor que "amor a distancia" ò "paranormal", no tengo nada en contra del cine comercial al estilo Hollywood, es sólo que hay cosas que basta ver los avances para saber que no serán una buena experiencia, en fin que compré mi boleto y me dirigí a la sala completamente vacía, que raro, pensé, domingo y una sala vacía, escogí el lugar más cómodo y me dispuse a esperar, poco antes de que iniciara la película entro una pareja y un señor, la función comenzó con un corto mexicano, muy bueno la verdad, bastante bien pensado, que se llama "La mina de oro", después dio inicio la película, que si bien no es lo mejor que he visto en mi vida, creo que la trama es bastante buena, pero ese no es el asunto que quiero contar, el asunto es que no pasados 10 minutos de que comenzara, toda la sala se vio invadida por un ronquido espantoso, parecía una locomotora descompuesta, o un león hambriento, inmediatamente asumí que se trataba del caballero maduro que había entrado solo, pero volteé de forma nada discreta para identificar el lugar de donde provenía el bestial sonido, y ave maría purísima, es indescriptible lo que mis cuasi castos ojos vieron, bueno en realidad exagero un poco, la pareja de jovenzuelos que también estaba en la sala, se encontraba a la mitad o al inicio, eso no puedo aseverarlo, de algo impropio para la ocasión, o al menos para mí ocasión. Habíamos cuatro personas en la sala un tarde de domingo, dos fajaban sin pudor alguno, uno dormía como bendito y una más se reía de q pasen estas cosas en el cine, ereo que entonces entendí porque solo exhibirán la cinta tres días y también porque Biutiful no es una prioridad en los estrenos del mes y el último exorcismo sí. Lo único que me quedo fue reírme y concentrarme en la película, supongo que mi risa despertó al durmiente, porque por la mitad de la película en adelante no sé escucho más y bueno, a los otros dos estoy segura que nada los cohibió en ese intercambio de amor que se tenían. En fin supongo que ya será ahora que este en el DF que vea Biutiful. Me quede con ganas de más cortometrajes. Me gustan los cortometrajes. Sigo extrañando Morelia y su festival, siempre sólo iba a los cortometrajes.

1 visiones de otros espejos:

Víctor dijo...

Prefiero una pareja fajando que la plaga de estudiantes de secundaria que se dedican a todo menos a ver la película... DIOS qué molestos son!

un saludo, me agrada tu blog... date una vuelta por el mío.

http://venadodeer.blogspot.com/

Cosas que pasan en el cine

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Ayer después de huir del gato de quienes amablemente me dieron asilo en San Cristóbal (nota mental, nunca tener un gato) decidí ir al cine, mi intención era ver Biutiful, la he estado esperando desde hace mucho tiempo, pero resulta que aquí aún no está en cartelera, que coraje, pero afortunadamente había algo de la muestra de cine francés, digo eso no era garantía de nada pero sonaba mucho mejor que "amor a distancia" ò "paranormal", no tengo nada en contra del cine comercial al estilo Hollywood, es sólo que hay cosas que basta ver los avances para saber que no serán una buena experiencia, en fin que compré mi boleto y me dirigí a la sala completamente vacía, que raro, pensé, domingo y una sala vacía, escogí el lugar más cómodo y me dispuse a esperar, poco antes de que iniciara la película entro una pareja y un señor, la función comenzó con un corto mexicano, muy bueno la verdad, bastante bien pensado, que se llama "La mina de oro", después dio inicio la película, que si bien no es lo mejor que he visto en mi vida, creo que la trama es bastante buena, pero ese no es el asunto que quiero contar, el asunto es que no pasados 10 minutos de que comenzara, toda la sala se vio invadida por un ronquido espantoso, parecía una locomotora descompuesta, o un león hambriento, inmediatamente asumí que se trataba del caballero maduro que había entrado solo, pero volteé de forma nada discreta para identificar el lugar de donde provenía el bestial sonido, y ave maría purísima, es indescriptible lo que mis cuasi castos ojos vieron, bueno en realidad exagero un poco, la pareja de jovenzuelos que también estaba en la sala, se encontraba a la mitad o al inicio, eso no puedo aseverarlo, de algo impropio para la ocasión, o al menos para mí ocasión. Habíamos cuatro personas en la sala un tarde de domingo, dos fajaban sin pudor alguno, uno dormía como bendito y una más se reía de q pasen estas cosas en el cine, ereo que entonces entendí porque solo exhibirán la cinta tres días y también porque Biutiful no es una prioridad en los estrenos del mes y el último exorcismo sí. Lo único que me quedo fue reírme y concentrarme en la película, supongo que mi risa despertó al durmiente, porque por la mitad de la película en adelante no sé escucho más y bueno, a los otros dos estoy segura que nada los cohibió en ese intercambio de amor que se tenían. En fin supongo que ya será ahora que este en el DF que vea Biutiful. Me quede con ganas de más cortometrajes. Me gustan los cortometrajes. Sigo extrañando Morelia y su festival, siempre sólo iba a los cortometrajes.
1 comentarios:

Prefiero una pareja fajando que la plaga de estudiantes de secundaria que se dedican a todo menos a ver la película... DIOS qué molestos son!

un saludo, me agrada tu blog... date una vuelta por el mío.

http://venadodeer.blogspot.com/