Cínico centímetros de distancia, esa fue la medida perfecta. Después sólo el miedo a los aviones, a los cumpleaños, a las palabras, al amor, al mar. Un silencio teléfonico y un llanto contenido. Un no quiero q sella los labios y anula un mundo.
Cínico centímetros de distancia, esa fue la medida perfecta. Después sólo el miedo a los aviones, a los cumpleaños, a las palabras, al amor, al mar. Un silencio teléfonico y un llanto contenido. Un no quiero q sella los labios y anula un mundo.
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