Inicio el 2010 escribiendo, exibicionismo innecesario, pensaras; necesidad inaudita en estos días diría yo. Extraña manía la nuestra de mesura y contemplar inicios y finales cada vuelta, pretendiendo a partir de esa cuenta: cambiar, renovar, ordenar. Me uno a los optimistas (ilusos quizás) Esperando que este año el viento sople a favor y pueda orquestar cada uno de mis movimientos.
El corazón esta vuelto loco entre el querer y no saber cómo o qué.
Vertiginosa esta noche en caída, en algún momento tocaré fondo y entonces estaré a salvo.
El alma condenada o De Bernini a Bartolozzi
Hace 2 días
0 visiones de otros espejos:
Publicar un comentario